Kehila Bnai Abraham

Comunidad Hijos de Abraham

Bienaventurados los pacíficos, porque serán llamados hijos de Dios (Mt 5,9)

 
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He aquí las cosas que debéis hacer: Decid verdad unos a otros; juicio de paz juzgad en vuestras puertas;mal unos contra otros no meditéis en vuestro corazón, y juramento falso no améis, porque todas estas cosas las odio yo, oráculo de Yahveh. Zacarías 8, 16-17
 

 

El diálogo interreligioso es un instrumento de civilidad, buena voluntad, tolerancia, fraternidad y respeto pleno al libertades del hombre sobre todo la de conciencia. Las religiones pueden y deben ser signos de fraternidad entre las culturas. La Iglesia Católica reconoce en su magisterio actual que el diálogo entre creyentes de diversas religiones y tradiciones es enriquecedor constatar que los grandes valores humanos son parte de la enseñanza de tantos caminos espirituales extra bíblicos.

Dice Juan Pablo II al respecto: “El deseo de diálogo no es simplemente una estrategia para una coexistencia pacífica entre los pueblos; más bien, es parte esencial de la misión de la Iglesia, ya que hunde sus raíces en el diálogo amoroso de salvación que el Padre mantiene con la humanidad, en el Hijo, con la fuerza del Espíritu Santo. La Iglesia sólo puede cumplir su misión de un modo que corresponda a la manera en que Dios actuó en Jesucristo, que se hizo hombre, compartió la vida humana y habló un lenguaje humano para comunicar su mensaje salvífico. Este diálogo que la Iglesia propone se funda en la lógica de la Encarnación. Por tanto, solamente una auténtica y desinteresada solidaridad impulsa a la Iglesia al diálogo con los hombres y mujeres (...) que buscan la verdad en el amor” (EAs, 29).

 

La comunidad participa como observador en el Consejo Interreligioso de México y es invitada a sus reuniones de fin de año.